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La tecnología de montaje superficial (SMT) es un proceso en el que los componentes de montaje superficial se sueldan a la placa de circuito impreso (PCB) mediante maquinaria automatizada, lo que garantiza una alta precisión y eficiencia.
Los componentes del paquete dual en línea (DIP) se insertan en la PCB y se sueldan utilizando una combinación de técnicas manuales y automatizadas para lograr una calidad óptima.
El conjunto de la placa de circuito impreso (PCBA) se somete a pruebas exhaustivas para verificar su funcionalidad, garantizando que cumple con los más altos estándares de calidad antes de pasar a la siguiente fase.
Las celdas de la batería se clasifican sistemáticamente en función de parámetros críticos, como la capacidad y la resistencia interna, para garantizar la consistencia y la confiabilidad.
Se realiza una soldadura por puntos precisa para conectar de forma segura las celdas de la batería, lo que garantiza una estructura de paquete de batería duradera y estable.
Las celdas de la batería, las PCB y las carcasas protectoras están integradas para formar el paquete de batería completo, con cada componente posicionado para lograr un rendimiento y una seguridad óptimos.
La central eléctrica se somete a un proceso de envejecimiento prolongado para garantizar la estabilidad a largo plazo, la durabilidad y el rendimiento constante en diversas condiciones.
Todos los componentes, incluida la batería, el inversor y la carcasa externa, se integran y prueban cuidadosamente para garantizar que la central eléctrica sea completamente funcional y cumpla con los estándares de calidad.
El equipo de prueba automatizado (ATE) realiza una verificación final del rendimiento eléctrico de la unidad, después de lo cual la unidad se etiqueta, empaqueta y almacena cuidadosamente en un entorno de almacén controlado antes de su envío.
Las centrales eléctricas se embalan de forma segura con materiales de protección y se almacenan en entornos controlados para evitar daños y mantener la integridad del producto hasta el envío.
La fabricación es solo el comienzo. Luego sometemos nuestras centrales eléctricas a una serie de pruebas rigurosas para garantizar que funcionen a la perfección y cumplan con nuestros más altos estándares de calidad.
Prueba de caída
Prueba de resistencia al agua
Prueba de durabilidad mecánica
Prueba de compatibilidad electromagnética
Prueba de temperatura extrema
Nuestros productos están probados para soportar caídas desde 19.6 pulgadas, cumpliendo con el estándar de la industria. Sin embargo, el estándar propio de BLUETTI supera los límites, ya que resiste caídas desde hasta 29.5 pulgadas para una durabilidad superior.
Para los modelos resistentes al agua, como AC240, AC60 y otros, la central eléctrica se somete a rigurosas pruebas de resistencia al agua para verificar su capacidad de soportar la exposición a la humedad manteniendo al mismo tiempo la plena funcionalidad en diversos entornos.
Fabricados resistentes de adentro hacia afuera, nuestros productos se someten a una caída de bola de 1.1 libras desde 47.3 pulgadas para probar su resistencia mecánica bajo impacto.
Esta prueba garantiza que la central eléctrica BLUETTI funcione sin interferencias de otros dispositivos electrónicos. Se evalúa rigurosamente su compatibilidad electromagnética (EMC), lo que garantiza un rendimiento estable incluso en entornos con diversas señales y dispositivos electrónicos.
La central eléctrica BLUETTI se somete a pruebas rigurosas a temperaturas que van desde los 60 °C (140 °F) hasta los -20 °C (-4 °F), soportando calor y frío extremos en repetidas ocasiones. Esto garantiza un rendimiento confiable en una amplia gama de condiciones ambientales, desde calor sofocante hasta frío glacial.